El curtido vegetal es una tradición artesanal que las curtidurías toscanas han transmitido de padre a hijo durante siglos, mezclando recetas antiguas y tecnología de vanguardia.
La transformación de las pieles crudas en un material que resista a lo largo del tiempo es un proceso que se lleva a cabo lentamente en tambores de madera, en el pleno respeto del hombre y del medio ambiente. Un proceso sorprendente basado en el uso de taninos naturales extraídos de los árboles, en tecnologías y maquinarias modernas y en el lento paso del tiempo.
Entre los diversos métodos de curtido, el curtido vegetal sigue siendo hoy en día el más tradicional, el más reconocible, el único capaz de dar al cuero características únicas. Es capaz de unir la comodidad y el aspecto, la moda y la tradición, la singularidad y la versatilidad del producto.
Elegir un producto hecho con piel curtida al vegetal de la Toscana significa elegir un objeto único que refleje el estilo de vida del propietario.
El cuero curtido al vegetal no contiene ninguna sustancia tóxica dañina para el hombre y es altamente tolerable para aquellos que sufren de alergias relacionadas con el metal.